Si enfocamos nuestra atención en un objeto y somos receptivos a su influencia, entonces podemos percibir la calidad que emite. Si el objeto abarca un significado especifico, una imagen o un texto con una historia, entonces podemos percibir el significado y describirlo, sin mirar la imagen con nuestros ojos y sin leer el texto, pero sintiéndolo intuitivamente. Luego, mirando la imagen o leyendo el texto, podemos confirmar hasta qué punto estamos en lo cierto en nuestra descripción intuitiva.
Los experimentos intuitivos son bastante útiles en la vida cotidiana. Tenemos dos opiniones sobre las situaciones. Una racional y una intuitiva. Estas pueden estar de acuerdo o incluso ser diferentes. Es mejor tener en cuenta ambas. Pero cuando no tenemos absolutamente ninguna evidencia de una situación para llegar a una conclusión razonable, entonces el único pensamiento que puede ayudarnos es intuitivo. Obviamente, se necesita experiencia y práctica para distinguir la percepción intuitiva de una fantasía, que son cosas completamente diferentes.
En una lección básica se enseña cómo practicar y se activa la habilidad. Luego alguien puede mejorar y continuar con experimentos intuitivos más complejos en sesiones practicas. Al practicar este arte, la persona abre sus horizontes y puede percibir el lenguaje universal, el de comprender las vibraciones que emiten todo.
La habilidad intuitiva debe entenderse de manera práctica para que alguien pueda ocuparse con el arte de ensoñar y las aplicaciones alquímicas.