Nuestro cuerpo a través de la comida obtiene energía y se adapta a las frecuencias correspondientes. De tal manera, comiendo por ejemplo verduras verdes se obtiene paz interior y percepción, con las frutas el apetito y el deseo se aumentan, con los carbohidratos se aumenta la energía física para moverse, trabajar etc. Durante el año el seguimiento constante de un modelo de dieta no aporta necesariamente equilibrio. Por el contrario, es aconsejable variar bastante la alimentación por periodos. El cuerpo necesita pasar por tres etapas esenciales de alimentación para estar equilibrado. Desde la etapa de alimentación equilibrada, la etapa de ayuno, donde la comida se reduce o está ausente por períodos cortos, y la etapa de alimentación para nutrirnos y fortalecernos, que incluye comidas pequeñas pero muchas.
Durante el ayuno, el cuerpo expulsa la energía innecesaria que necesita estar renovada.
Aun si el cuerpo pierde energía, se desintoxica y así sus varios canales consiguen flujo libre de fluidos y otras energías, como eléctrica, magnética, etc. Mediante esta renovación, el cuerpo elimina el estrés crónico y el estrés que ha almacenado en sus tejidos. Se alivia y, por lo tanto, se cura a sí mismo físicamente y espiritualmente.
Es importante recalcar que el ayuno debe hacerse de manera fácil y rítmica. Cada etapa debe ser agradable, sin esfuerzo ni presión excesiva del individuo. El ayuno tiene un ritmo que debe redefinirse constantemente, siguiendo las reacciones del cuerpo. Por lo tanto, el ayuno terapéutico no es una receta dada que se sigue obstinadamente, sino un procedimiento que se logra con la orientación adecuada del especialista o incluso del individuo si ha entendido sus principios básicos.
Con el ayuno, la atención debe ingresar al cuerpo, la respiración se vuelve más plena y el pensamiento concentrado. Es mejor que el aprendiz evite tensiones y no se ocupe de situaciones externas. Al aplicar técnicas de autocontrol de la respiración y del pensamiento, el cuerpo se armoniza y recibe energía no a través de los alimentos sino de otra forma. La meditación mantra y la meditación profunda son las técnicas más eficientes. En este punto, dado que el término meditación puede estar incorrectamente relacionado con las religiones hindúes, debería señalar que con el término meditación aquí nos referimos al resultado de la concentración del pensamiento. Alrededor del año 400 AC, Demócrito, quien describió con clarividencia la estructura del átomo de la materia y el movimiento de los electrones, también meditaba. Si para alguien el pensamiento se concentra a través de la oración a Dios, entonces aún mejor.
Si una persona incrementa notablemente su capacidad de almacenar energía de una manera diferente y no a través de los alimentos, entonces ya no los necesita, sino que se nutre de su capacidad espiritual. Sin embargo, debe evitar el fanatismo y observar objetivamente su estado de su salud. En general, no recomendamos ayunos y regímenes alimenticios que sean extremos pero leves, de aplicación fácil y al ritmo adecuado.
Hay varios tipos de ayuno. Se recomienda otro ayuno para tratar la inflamación y la tensión crónica, otro para regenerar las células, otro para hacer la sangre más alcalina, etc.
Es recomendable ayunar con cortos períodos de aislamiento. Por ejemplo, durante la sequía, es decir, la abstinencia total de alimentos y líquidos, es casi necesario aislarse, lejos de distracciones, preferiblemente en entorno natural. Por lo tanto, la persona se centra en sí misma y su energía fortalece, se limpia y se renueva.
La forma en la cual se practica aquí es completamente fácil y segura. Es una necesidad para todos, es una de las tres etapas básicas de alimentación que necesitamos aplicar con el tiempo para limpiar. Es una forma completamente natural de desintoxicar y estimular el sistema inmune y todos los órganos vitales.