La realización consciente es el estado de conciencia que expresa la unión y el equilibrio femenino y masculino. Así como la percepción se asocia con la profundidad del Yo y la voluntad con el Yo superior, la realización consciente se asocia con el Yo central, es decir, la personalidad básica, el ego central. Esta parte del yo se asocia principalmente con las relaciones internas o con el entorno.
El sentimiento se libera teniendo clara realización consciente de la mente. Necesita poder distinguir exactamente lo que está sucediendo. La no distinción es una negación de la realidad, que se causa debida al miedo, la ansiedad o un trastorno produce falta de interés sobre la verdad y la absorción de la atención a las alucinaciones. Para la realización consciente es necesario que la conciencia pueda ver exactamente lo que está sucediendo, ya sea interna o externamente, sin juzgarlo, sino comprendiéndolo y sintiéndolo. La realización consciente no se limita a la información que aportan los cinco sentidos, pero se utiliza la empatía y la clarividencia. La conciencia necesita observar constantemente lo que se expresa desde la profundidad del yo, lo que recibe de la inspiración, cual es su intención, motivación y voluntad.
Con respecto a la relación con el entorno, el individuo debe tomar conciencia de lo que está sucediendo y de lo que está haciendo. Es por eso que se llama también estado de conciencia ampliada. Porque conlleva los otros dos estados, percepción y voluntad al mismo tiempo. Con el estado de realización consciente, el habla interna se detiene y la mente que se conecta con los sentidos, el cuerpo y la mente, sin preocupaciones, está constantemente presente.
La técnica básica se enseña en una sesión y siguen algunas sesiones de práctica adicionales. Primero, aprende cómo respirar para lograr el estado de realización de conciencia y luego diferentes formas de entrar la atención y profundizar al estado. A medida que la persona profundiza, el estrés, la prisa y cualquier sensación de carencia desaparecen. El estado de realización consciente da como resultado una sensación de felicidad y satisfacción.
Después de comprender y practicar el estado de realización consciente, el individuo puede dedicarse al arte de la continencia, donde se incluye la meditación profunda, a los experimentos psíquicos, al arte de ensoñar y al arte de la alquimia.